jueves, 21 de febrero de 2013

BOLIVIA...


Hay una gran cantidad de sentimientos que el hombre no conoce. Estos, nada tienen que ver con algo relativo a la edad de cada uno. Simplemente que el mundo es mucho más de lo que uno puede ver y es el mismo hombre el que le fue agregando infinitas variables que combinadas pueden llegar a lugares insospechados por nosotros. Lo mejor, es que al encontrarse uno con estos sentimientos desconocidos, no sabe cómo nombrarlos, y eso, hace que esa avalancha de emociones se desparrame rompiendo las barreras del lenguaje.
Hace varios días, mi cuerpo y mi mente fueron participes de una de las sensaciones más extrañas que hayan vivido hasta hoy. Mientras atravesábamos con mi grupo de viaje el sur de Bolivia a bordo de una  camioneta, tuve la sensación por un momento de haber dejado el mundo en el que habitamos día a día. Como si el tiempo corriera diferente, o más aún, como si se hubiera detenido. La no-vida. La no-muerte. La eternidad del instante interminable. No había cielo ni infierno, no había mundo, al menos no el que conocemos. La prueba inexorable de que realmente esto era así, es que no necesitaba respirar para sentirme despierto, el aire entraba a borbotones por cada poro de mi piel tan silencioso como intenso. Del otro lado de la ventana, un manto blanco cubría el desierto y las montañas. De este lado, otro manto blanco cubría toda la camioneta. La inconfundible voz de Thom Yorke llegaba como un bálsamo para mi frágil corazón. Flotaba como una pluma, en este mundo hermoso y deseaba ser especial. Y lo fui. En ese instante no había nada más especial que yo. Y aunque la canción insista, y me pregunte que hacía allí, yo supe que en ese momento pertenecía a ese extraño lugar, porque yo era extraño.
Como verán, son solo aproximaciones, solo adornos, solo pocas las palabras, y algunas de ella ni siquiera mías. Perdón, las palabras no son de nadie, mucho menos mías, ni de Thom. Pero algunos las usan mejor que otros, no es mi caso. Si el de Thom. Sin embargo ahí estaba, sin palabras, con Bolivia, con desierto, con montaña, con nieve, con Delfina, con Agustín, con Magdalena, con Carlitos, con Kate, con Carrie, con Thom, con  Jonny, con Ed, con Colin, con Phil. Con todos. Conmigo. Con nadie. What the hell I am doing here? No lo se, pero que bien se siente.

                                                         FIN

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